Hola a todos, os voy a presentar oficialmente la nueva edición de mi libro, El pozo de los deseos, con la que, personalmente, estoy más que encantada.
Antes de nada, me ha dado por pensar, y voy a contaros su historia, porque si he llegado hasta aquí, ha sido gracias a no desistir y después de encontrarme muchas piedras en el camino.
Si tú, lector, que estás leyendo estas líneas, también eres escritor, tal vez te sientas identificado de alguna manera; o si aún no lo eres, tal vez pueda ayudarte a no tropezar en los mismos sitios que yo.
Para empezar, diré que hace bastante tiempo que escribí mi libro, hará como diez años. Mi idea nunca fue publicarlo realmente, solo pasárselo a unas amigas a las que les gustaba leer como a mí y poco más. Sin embargo, llegó a mis manos un concurso de relatos (ni siquiera recuerdo cómo lo encontré) y me animé a participar con dos relatos que fueron elegidos para pertenecer a la antología de dicho concurso.
No gané, pero me hizo ilusión que, de todos los participantes, hubieran incluido los míos. Cuando acabó el concurso y salió el libro, conocí a otros participantes, y a mi parecer, aquel fue el germen que inició mi camino en las letras.
Saltaré un poco en el tiempo, a cuando se publicó por primera vez: no fue como yo había imaginado. No considero que se tratara bien la historia y en ocasiones a mí. Lo que empezó siendo como un sueño, acabó convirtiéndose en una pesadilla. Yo era más joven y no tenía ni idea de cómo funcionaba aquel mundo de promesas no cumplidas.
Muy decepcionada con todo, casi tiro la toalla, pero entonces conocí a otro grupo de escritores que estaban tan poco contentos como yo con sus respectivas editoriales. Y, no sé, supongo que su apoyo me hizo bien y decidí lanzarme a la piscina de la autopublicación.
La pega es que, cuando no tenemos mucha idea, pues la cosa sale un poco amateur, al menos en mi caso. Yo lo hice todo (menos la portada, que me la hizo una amiga). Gracias a un compañero busqué y encontré cómo se compraba un ISBN (que para quien no lo sepa es como el DNI de un libro y vale unos 45 euros), cómo pedir un depósito legal (que es otro número que se pide en los organismo oficiales de la comunidad que sea y donde tienes que dar 4 copias del libro para diferentes lugares; este número es gratis y las copias las tienes que entregar en un plazo de dos meses, o si no pedir que te lo alarguen porque si no luego no vale). Gracias a este mismo compañero busqué una imprenta. También cambié de pseudónimo, ya que si empezaba de cero, quería hacerlo con otra identidad literaria, por así decirlo, y no rememorar el pasado. También busqué librerías donde cogieran mi libro, sobre todo por mi zona. Asistí a eventos dentro de lo que pude y a las ferias del libro pertinentes.
Aun así no le veía al libro el aspecto que debería tener; era muy amateur (sé que lo he mencionado antes, pero es que la palabra le va muy bien).
Si os preguntáis si sola me fue bien, puedo decir que, al menos, estaba más tranquila que con la editorial.
La vida del escritor autopublicado es dura en el sentido de que cuando no eres nadie, cuesta hacerse un hueco dentro del mundillo. También lo es para quien publica con editorial tradicional la primera vez, pero ahí, se supone, tienes el respaldo de la entidad que ha publicado tu libro.
Con respecto a esto, mi consejo es que valoréis bien a qué editorial vais a enviar vuestro manuscrito. Si podéis, informaos antes preguntando a los autores que conozcan la editorial o gente más entendida en el tema, porque puede ser que luego no sea lo que buscáis, o que os sintáis engañados o estafados.
Puede pasarte lo mismo pagando por tu libro en una editorial de autoedición, donde se supone que, más o menos, tú controlas todo porque pagas. Creo que también es recomendable que te informes de cómo es la editorial si elijes esta opción.
Si publicas por ti mismo, en las diferentes plataformas que hay, creo que debes tener en cuenta que tú solo no puedes abarcar todo el trabajo; encarga la corrección, la maquetación o la portada a alguien profesional. Por supuesto, ya sabemos que esto va en función del presupuesto que uno tenga. Pero si lo haces, también te aconsejo preguntar por los profesionales donde dejas tu libro para no llevarte disgustos después.
Os voy a poner una muestra de lo que era mi portada antes de encargársela a un profesional en diseño. Para mí era una maravilla, porque además mi amiga supo captar perfectamente lo que yo quería reflejar, pero con el tiempo hemos visto que, aunque era bonita, no tenía el toque profesional que debía.
Después de esto, como sabía que una nueva editorial no querría mi historia por el tiempo que llevaba en el mercado y por haber estado en otra editorial, decidí meterla en una editorial de autoedición de confianza y fue cuando entró en mi vida Ediciones Arcanas. Tampoco es que escogiera la editorial aleatoriamente, más que nada lo hice porque ya conocía a los editores que habían sido autores antes y sabían de las trabas que se pasaban cuando se tiene mala suerte y no se encuentra una editorial que valore tu libro.
Así llegó la segunda portada, ya más bonita y profesional: